
Los periquitos viven en grandes grupos y dentro de ellos se forman parejas. Cada una de estas aves escoge una pareja a la que es fiel hasta la muerte, llegando incluso a dejarse morir de pena cuando su cónyuge fallece.
Estás maravillosas aves nos demuestran lo que es un amor verdadero, duradero y fiel. Tal vez, deberíamos tomar ejemplo de ellas y aprender a amar.

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